REPRESENTACION DE LA FIGURA

Sobre dos universos que convergenCreadores que van por caminos que se cruzan. Los zapatos al museo y la obra a la boutique
Susana Saulquin . Alvear Fashion & Arts . Publicado en la ed. impresa: Alvear Fashion & Arts . Miércoles 17 de noviembre de 2004
"La sola idea de separar en la actualidad las disciplinas es anacrónica".
Salvo excepciones maravillosas de artistas de la moda como Mariano Fortuny, Paul Poiret, Sonia Delaunay, Fridl Loos, Elsa Schiaparelli, tradicionalmente las relaciones entre arte y moda han transitado por carriles y con objetivos diferentes.
Si durante el siglo pasado sus encuentros eran intermitentes y dependían de la grandeza e independencia de los creadores, en la actualidad sus interesas concuerdan. A tal punto que el material de las galerías de arte es moda y los negocios de moda se convierten en museos. En Nueva York, por ejemplo, una escultura de titanio de Frank Gehry domina el espacio de compra de Issey Miyake, el lujo minimalista de Helmut Lang y Prada, el nuevo lugar de Balenciaga diseñado por el artista Dominique González- Foerster, o la tienda Selfridges en Birmingham con techos que imitan una textura de Paco Rabanne.
¿Qué pasó? El concepto de arte como modelo de compromiso emocional que transforma y enriquece espiritualmente por supuesto es inmutable, el gran cambio está en el universo de la moda.
Si hasta ahora el significado de una prenda de moda era débil, porque formaba parte de una larga serie industrial armada para incitar el consumo, en la actualidad sus códigos se fortalecen porque impulsan a la personalización.
Cada vez más, y sobre todo los nuevos diseñadores, cumplen con el mandato social que marca el camino de la individualidad. Un vestido único y trascendente en sí mismo, que transforme y destaque la verdadera esencia de cada personalidad.
El vestido de moda y seriado, que cumple con el mandato de mostrar al otro el lugar que se ocupa en la sociedad, comienza a convivir con un nuevo concepto de vestir que cumple con el rito de la transformación y en ese sentido comparte sus códigos con el arte. Las artes y las modas se entremezclan en la actualidad, porque ambas saben reconocer la naturaleza de lo intangible.